SBDC crea vínculos para pequeñas empresas

La importancia de esta historia de logros no radica tanto en su impacto económico como en el ejemplo del esfuerzo de un equipo conformado por programas locales y ciudadanos para ayudar a un joven empresario a dar sus primeros pasos con una empresa propia. El sueño de un estudiante de un instituto de educación superior era iniciar una empresa propia, y su proyecto preferido parecía ser una empresa de alquiler de productos con derecho a compra. Su intención era alquilar y vender televisores, videograbadoras, sofás y otros muebles, electrodomésticos, computadoras, etc. Durante una clase de desarrollo de microemprendimientos, un contador público se interesó en ayudar a este joven a cumplir su sueño. En determinado momento, el contador presentó a su "protegido" al centro SBDC local para que recibiera asesoramiento en la elaboración de un plan de negocios.

Durante la reunión con SBDC, se analizó el tema de la ubicación de la empresa, y se presentaron varias ideas. Una de ellas consistía en presentar su idea ante la incubadora de pequeñas empresas para analizar si cumplía con los requisitos para participar del programa. Aunque parecía que la incubadora no encuadraba en el plan de comercialización del empresario, el gerente lo puso en contacto con la propietaria de un edificio ubicado en la zona céntrica. El centro entusiasmó a la propietaria a involucrarse en el proyecto, quien ofreció rentar el edificio a una suma módica durante la puesta en marcha de la empresa. Como resultado de los esfuerzos de todas las partes involucradas, en agosto de 2002 el nuevo empresario se mudó a un edificio de 6.000 pies cuadrados, con un sótano de 2.000 pies cuadrados que permite la expansión de su línea de inventario.